jueves, 30 de octubre de 2008

Mascarillas naturales


Lo primero que debes de hacer al seleccionar una mascarilla es identificar las necesidades de tu piel. Las mascarillas deben de aplicarse con movimientos rotativos siguiendo la dirección de los músculos de la cara y siempre hacia arriba. Para obtener el máximo resultado de las mascarillas, debes relajarte mientras tengas la mascarilla puesta. Escucha tu música favorita, cierra los ojos y olvídate del mundo. Deja que tu piel absorba los maravillosos ingredientes naturales.
Las siguientes mascarillas son apropiadas para todo tipo de piel, pero algunas benefician a unos tipos mas que a otros. Recuerda que antes de aplicarte una mascarilla tu piel debe de estar limpia. Las mascarillas usualmente se deben de dejar en cara de 10 a 15 minutos, después debes de quitártela con agua preferiblemente a temperatura normal.Si la consistencia de la mezcla de la pulpa de las frutas no es suficientemente cohesiva para aplicarla sobre la cara, agrega una cucharadita de harina de trigo o de avena.

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Bananas. Pela la banana y prepara un puré. Límpiate la cara y con la punta de los dedos extiende la pulpa de la banana en la cara. Déjala por aproximadamente 15 minutos. Beneficiosa para todo tipo de piel.

Papaya. Pela la papaya y prepara una mezcla suave con la pulpa. Aplícatela en la cara y el cuello. La papaya no debe de dejarse sobre la piel mas de 5 minutos. Ideal para piel normal y grasosa.

Manzana. Prepara una mezcla con la pulpa de la fruta, puedes hacerlo manualmente o con el procesador de alimentos la licuadora. Esta mascarilla es especialmente beneficiosa para pieles con barros o espinillas.

Melón. Sigue el método anterior de preparación y aplicación. esta mascarilla ayuda a las pieles secas y normales.

Pepino. Para piel grasosa o normal.

lunes, 20 de octubre de 2008

Un mundo de plástico bajo sospecha

“Conviviendo con el enemigo conociéndolo es útil, ignorándolo es fatal” (Abel Desestress)


Si en estas páginas habláramos de los posibles riesgos del bisfenol A o BPA, quizá pasaría usted la página sin preocuparse de una sustancia desconocida para la gran mayoría. En realidad, este compuesto invisible está muy presente en nuestras vidas. Lo podemos encontrar en biberones irrompibles, en botellas, en latas de conserva y refrescos, selladores dentales, en ventanas, en discos CD, lentes... la lista es interminable. Está en todo tipo de productos plásticos de policarbonato y resinas que utilizamos casi a diario, hasta el punto de que podemos hablar de una sustancia casi ubicua en nuestro entorno.
Pero lo que más preocupa es la presencia de este químico en envases destinados a la alimentación, cuando puede entrar en contacto con el organismo. El bisfenol permanece en los envases como un residuo, un efecto no deseado de la fabricación del plástico. Su problema es que puede liberarse, en concentraciones mínimas, desde el envase a los alimentos y líquidos con los que esté en contacto. Y de ahí directamente al organismo.
Por eso el bisfenol siempre ha despertado los recelos de la comunidad científica. Numerosos estudios han escrutado su seguridad a la búsqueda de riesgos para la salud. Los resultados son aún contradictorios. Se ha relacionado con un mayor riesgo de causar anormalidades en el desarrollo embrionario, con cáncer y con infertilidad masculina. Se asume que es un producto tóxico, pero siempre en dosis elevadas. Dos de los principales organismos reguladores, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA), sostienen que los niveles de exposición son seguros para la población. Esta posición se ha mantenido en las continúas revisiones en las que han participado paneles de expertos, algunas muy recientes.
Pacientes de verdad
La gran mayoría de los estudios que han investigado riesgos potenciales se han realizado en ratones y otros modelos animales, con una forma diferente de metabolizar los productos químicos. Lo que ha hecho cuestionar sus resultados.
Ahora una nueva investigación ha evaluado los efectos del bisfenol en el verdadero banco de pruebas, en pacientes de verdad. Las universidades de Exeter, en el Reino Unido, y Iowa, en Estados Unidos, estudiaron la presencia de este compuesto químico en 1.455 adultos que participaban en un estudio nacional de salud y nutrición entre 2003 y 2004. Los investigadores buscaban una posible asociación entre la concentración de BPA en la orina y algunas de las enfermedades crónicas más comunes. Y lo encontraron.
El compuesto químico se aisló en el 90% de las muestras de orina. Tras ajustar las concentraciones por edad y sexo, comprobaron que las personas con más bisfenol eran también las que tenían más problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2, la forma que está relacionada con el sobrepeso y la obesidad. La presencia de enfermedades del corazón era tres veces superior y la de diabetes 2,4 veces mayor. También se encontró una relación con trastornos hepáticos. No era la primera vez que se relacionaba el bisfenol con una de las nuevas epidemias del siglo XXI. Otras investigaciones previas habían demostrado que este compuesto químico podía suprimir una hormona que regula la sensibilidad a la insulina y predisponer a la diabetes.
El estudio británico, publicado esta semana en la revista de la Asociación Médica Americana, por sí solo no basta para extraer conclusiones. Se necesitan más investigaciones para confirmar estos resultados. Y responder a muchos de los interrogantes que ha dejado en el aire. Toda la población estudiada era adulta. No había niños ni mujeres embarazadas, dos de los grupos de mayor riesgo a la exposición de una sustancia tóxica.
Miedo de los consumidores
El informe ha caído como una bomba en Estados Unidos. Ha llegado en un momento crítico, justo cuando un panel de expertos acababa de garantizar que los biberones, las botellas de plástico y todos los envases de comida eran seguros para acallar las dudas de muchos consumidores. El informe de la FDA hacía especial hincapié con los productos utilizados por la infancia: «Existe un margen de seguridad adecuado para proteger a los consumidores y a la población infantil», decía.
Con el nuevo estudio en la mano, Laura Tarantino, uno de los científicos responsables de la FDA, reconoce que deberían resolverse algunas de las «cuestiones preocupantes» que están surgiendo. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) también ha reaccionado y tiene prevista para las próximas semanas una nueva reunión de su comité científico para tratar este tema. La última revisión se hizo hace apenas dos meses y, como la agencia estadounidense, sólo transmitía tranquilidad. La EFSA respaldaba su seguridad porque el organismo humano era capaz de metabolizarla y eliminarla rápidamente.
Las autoridades españolas
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria se ampara en todos los informes que respaldan la seguridad de los envases de plástico, aunque reconoce el valor del nuevo estudio británico. «Es una investigación original, que tiene el aval de una revista científica de prestigio. Pero hay que valorarla con todos los demás estudios en su conjunto. Lo que sabemos hoy es que es una sustancia segura porque así lo indican la mayoría de los informes», explicó Ana María Troncoso, recién nombrada directora de la Agencia de Seguridad Alimentaria.
Troncoso no cree que hoy haya razones para recomendar biberones de vidrio, en lugar de plástico, o que los consumidores cambien sus costumbres. «Con el estado de conocimiento actual, los niveles de bisfenol son seguros. Si la agencia europea cambia sus recomendaciones, nosotros también lo haremos».
Límites regulados por ley
La presencia del bisfenol A en los envases es fruto de un accidente. Es un residuo de la fabricación de los envases de plástico que está regulado por ley. Esa legislación tiene establecido un control, llamado «límite de migración» que establece la cantidad máxima de este producto que puede liberarse y llegar al organismo humano.
Todos los fabricantes de envases alimentarios deben garantizar que haya menos de 0,6 miligramos por kilo de producto. «Un valor muy seguro, por debajo del cual se sitúan la gran mayoría de los fabricantes», señala José María Lagarón, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «No creo que haya ninguna razón para temer que exista un riesgo para la salud, siempre se respeten estos límites».
Muchas de estas explicaciones no convencen a otros expertos que ven con preocupación cómo el incremento de la diabetes infantil y la obesidad ha ido parejo al incremento de la producción en los últimos 30 años.

sábado, 18 de octubre de 2008

Cómo disminuir los riesgos de sufrir cáncer de mama

“Cuidar de ti, es cuidar a Dios” (Abel Desestress)


Amamantar durante más de seis meses, evitar la obesidad, hacer ejercicio físico y controlar el estrés, disminuyen el riesgo de sufrir cáncer de mama y aunque el antecedente familiar es uno de los principales factores de riesgo, estas acciones son favorables para evitar este padecimiento.

Además, es importante la autoexploración de mamas cada mes a partir de los 20 años y la exploración clínica después de los 25 -de preferencia pasando los días de la menstruación-, hábito que triplica la posibilidad de detectar en etapas tempranas un cáncer e mama, cuando es totalmente curable. Es importante la práctica de una mamografía después de los 50 años y si hay antecedente familiar, después de los 40 años, este estudio ayuda a detectar oportunamente tumoraciones. Así lo señaló Gustavo Rivera Vázquez, Coordinador Delegacional de Salud Reproductiva del IMSS, quien dijo que desafortunadamente el 70% de los casos llegan a los hospitales en etapa tres (avanzado), cuando sólo se puede controlar con quimio o radioterapia y algunos ya únicamente con cirugía, a fin de extirpar total o parcialmente la mama. Explicó que este problema cada vez está impactando más a la mujer, pues hace diez años el cáncer de mama era mucho menor, ya que la probabilidad de padecerlo era en una de cada diez y hoy en día es de tres de cada diez. Por ello, exhortó a tener mayor acuciosidad en la exploración de sus glándulas mamarias. Indicó que actualmente el cáncer de mama ocupa el segundo lugar de mortalidad en la mujer, después del Cáncer Cervico-Uterino. La mayor incidencia es después de los 60 años, sin embargo hay un crecimiento en la frecuencia, entre los 30 40 años de edad. Se considera joven para cáncer de mama a las menores de 40 años de edad. En el caso de las que tienen entre 20 y 30 su aparición por lo general esta condicionada prácticamente al factor hereditario, a la carga genética de la familia, por lo que el riesgo se incrementa hasta dos veces en las mujeres que tienen una madre, abuela o tía directa que lo hayan padecido. El doctor Rivera Vázquez agregó que el cáncer de mama es una enfermedad hormona-dependiente, es decir de todo lo que está alrededor de la menstruación y la menopausia, por lo que otros factores de riesgo son: el inicio de la menstruación a edades muy tempranas, entre los diez a doce años, y una menopausia tardía, alrededor de los 50 a los 52 años. También la obesidad, dijo, está asociada con la producción de estrógenos, por lo que se recomienda una dieta baja en grasas de origen animal y hacer ejercicio físico. En cuanto al estrés, se ha demostrado que favorece la liberación de estrógenos, así como el sobrepeso y la obesidad, que es un estímulo hormonal que provoca una tensión premenstrual de la glándula mamaria. Recomendó acudir con el médico si se detecta alguno de los siguientes signos de alarma: deformación de la glándula mamaria al autoexplorarse; edema (acumulación anormal de líquido), eritema (enrojecimiento de la piel o cambio de color de la misma y textura denominada "piel de naranja", descarga de líquido sanguinolento por el pezón, y la presencia de una - bolita o bulto-de diferente tamaño, y dura "como una piedra", que no se mueve y ni es dolorosa.

martes, 14 de octubre de 2008

Meditación Fácil

“Al hablar intenta meditar el poder y el efecto que estas dejaran” (Abel Desestress)

Cuando tu respiras a través de tu boca tu pecho se expande y si respiras a través de tu nariz notarás como tu abdomen se extiende. La respiración a través de la nariz causa que el diafragma empuje el aire hasta el fondo de los pulmones, esto lleva una buena dosis de oxigeno a la sangre y al cerebro, además, hace que te relajes.
Respirar a través de la nariz es más saludable y es la base de la "meditación fácil". Simplemente cierra tus ojos, deja que la tensión abandone tus músculos, deja ir pensamientos (tanto como sea posible) y toma cuatro lentas y profundas inhalaciones a través de la nariz. Mientras lo haces concentrate en tu respiración, concentrate en ese aire entrando y regándose adentro de tu cuerpo, en ese aire que te va llenando de energía y de poder.
Con esta "meditación fácil" probablemente no lograrás un estado meditativo profundísimo como el que practican los grandes maestros pero con seguridad sí vas a calmarte, vas a obtener energía positiva, aclarar tu mente y reducir el estrés.
Trata de crear una rutina para tu meditación, trata de hacerlo a un mismo tiempo y lugar cada día, al designar un momento específico para tu práctica vas a crear un hábito y a no olvidarlo facilmente.
Ejemplos:
Listo (a) para salir al trabajo, antes de hacerlo detente y medita.
Listo (a) para ir a dormir, acuestate y antes de dormirte medita.
Listo (a) para la hora del almuerzo, toma un momentito y medita.
Solo te tomará un minuto, un minuto de tu día, sí, solo un minuto, el cual va a contribuir enormemente a tu paz mental, a toda tu superación personal.