sábado, 16 de mayo de 2009

Un grupo de estudiantes vivió la experiencia de ser discapacitado


Los adolescentes comprobaron los obstáculos que encuentran en la ciudad un ciego o quien no puede caminar। Piden más rampas y que se reparen las veredas.

“¡Cuidado! vamos por allá, ¿no te das cuenta de que me mojo? No puedo esquivar nada”, le dijo Sol, desde la silla, a su compañera, que sin querer había pasado debajo de una gotera। “Tengo miedo de que me tirés, cuidado que la vereda está un poco rota”, decía preocupada Agustina। A Facundo, la venda en los ojos lo tenía intranquilo। “La gente nos mira raro. Esos chicos se nos rieron”, comentó un estudiante. “Vamos a mandar una carta a la Municipalidad para que mejore las veredas y construya rampas”, coincidieron. Todos tienen 14 años, son alumnos del colegio Nueva Concepción y durante una hora se pusieron en el lugar de los que no ven y de los que no pueden caminar. La experiencia, dicen, los conmovió

”Solo cuando estas al límite de la vida, le das el correcto valor a ella” (Abel Desestress) ...

1 comentario:

Andrés Borbón dijo...

Muy buena entrada. Creo que a todos nos ayudaría ser discapacitados por un día para darnos cuenta de todos los obstáculos que el mundo moderno les pone enfrente. El "experimento" que se llevó a cabo en esa escuela seguramente hará que esos muchachos vean con ojos muy diferentes a los discapacitados.

Saludos!!